martes, 7 de junio de 2011

Referentes Históricos




Historia de Jesús María Valle

El asesinato de Jesús María Valle Jaramillo, a sus 55 años, endureció aún más el carácter de esos activistas y defensores de derechos humanos, de Medellín y Antioquia, que lo conocieron y escucharon.
La muerte le llegó el 28 de febrero de 1998 pasadas las 2:00 de la tarde. Dos hombres y una mujer ascendieron hasta el cuarto piso del edificio Mónaco, en el centro de Medellín, y antes de dispararle, dijeron:
- Sabemos que usted es una persona importante, pero hay una orden de alta jerarquía que ordena matarlo, habrían dicho los hombres.
- Tranquila Nelly que ya nada podemos hacer. Deje que las cosas pasen, le habría dicho Valle Jaramillo a su hermana cuando vio a sus victimarios.
Así se lee en la revista Semana del 28 de febrero de 2007 y lo asegura Carlos Arcila Valencia, coordinador de la Mesa de Derechos Humanos y Convivencia de la comuna seis de Medellín.
Arcila Valencia acudió al lugar de los hechos minutos después del atentado. Ese viernes, a las 2:30 de la tarde, tenía una cita con Valle Jaramillo en la oficina de este. Al llegar al edificio Mónaco, observó una multitud de gente en el edificio y percibió, en los rostros, el intenso dolor que había comenzado ha generado el magnicidio.
En el cuarto piso de ese edificio yacía el cuerpo inerte del presidente del Comité de Derechos Humanos de Antioquia, el del activista que había hecho carrera como uno de los principales defensores de derechos humanos de Antioquia en el siglo XX.
Desde ese momento fue recordado por su trayectoria social. En los numerosos artículos periodísticos que se escribieron después de su muerte se destacó su valentía para denunciar la connivencia entre grupos paramilitares y el Ejército y las alertas que hizo sobre el acoso que venían padeciendo los campesinos y la necesidad de protección para ellos, especialmente los de Ituango.
Resaltaron también su procedencia, la pobreza en la que vivió durante su niñez, su paso por el Liceo Antioqueño y la Universidad de Antioquia… En fin, la manera cómo se convirtió en el líder que fue.

Su origen
Jesús María Valle nació el 23 de febrero de 1943 en el corregimiento La Granja del municipio de Ituango. Su hogar estaba conformado por sus padres y diez hermanos. “A finales de los años cincuenta la familia vendió la parcela que tenía y se fue a vivir a Medellín en busca de nuevos horizontes”, escribió el portal Verdadabierta.com el 4 de enero de 2010.
Al terminar su bachillerato en el Liceo Antioqueño, donde fue líder estudiantil, regresó a Ituango y un año después volvió a Medellín y comenzó a estudiar la carrera de derecho en la Universidad de Antioquia.
Cuando finalizó su pregrado creó una oficina en el cuarto piso del edificio Colón, el mismo sitio donde fue asesinado, y allí comenzó a ejercer su profesión. Al mismo tiempo “impulsó sus ideas humanistas en el comité por la Defensa de Derechos Humanos seccional Antioquia”, el que presidió desde 1987 después que asesinaran –el 25 de agosto de ese año- a Héctor Abad Gómez, recordó la revista Semana el 25 de febrero de 2008.
También fue diputado de la Asamblea Departamental en 1972. Concejal de Ituango en 1987. Y docente en varias universidades: la Universidad de Antioquia, la de Medellín, la Pontificia Bolivariana y la Autónoma Latinoamericana. Además fue promotor de la Liga de Usuarios de Empresas Públicas de Medellín.

Antes del final
Valle Jaramillo denunció de manera vehemente los 150 asesinatos, a manos de paramilitares, que hubo en Ituango entre 1996 y 1997. Y destacó las masacres ocurridas en los corregimientos La Granja y el Aro, donde hubo 19 asesinatos a sangre fría.
Insistió tanto en la connivencia entre las ex Autodefensas y algunos integrantes de la Fuerza Pública que un vocero de la Cuarta Brigada lo denunció penalmente por calumnia, según dice un artículo de la revista Semana del 25 de febrero de 2008.
El 6 de febrero de 1998, Valle Jaramillo declaró en la Fiscalía Regional de Medellín, de acuerdo a una recopilación de información sobre el activista que hizo la agencia IPC el 27 de febrero de 2007.
“En presencia de los representantes de la Policía y de un representante del Ejército, y en presencia de Jhon Fredy Rendón, Hernán Moreno y José Milagros López, le dije al doctor Pedro Juan Moreno que pareciera que esa masacre de La Granja se hubiese cometido con el visto bueno de las autoridades departamentales y de la fuerza pública, por la forma tranquila como se desplazó el grupo paramilitar de Caucasia a Ituango, pasando por San Andrés de Cuerquia, hasta el perímetro urbano de Ituango, yendo a La Granja y regresando de nuevo a la vía. En esa ocasión, el doctor Pedro Juan Moreno se enojó mucho por mi denuncia y lo que dijo fue: “que elevara la queja ante la procuraduría o la denuncia ante la Fiscalía”, dijo en la declaración que rindió ante La Fiscalía
Nueve años después, en mayo del 2007, “el Consejo de Estado consideró que no se adoptaron medidas efectivas para proteger la vida de Jesús María Valle y condenó la Nación al pago de una indemnización de 1.700 millones de pesos a la familia del abogado”, recordó Verdad abierta el lunes 4 de enero de 2010.
Esa decisión y lo que ocurrió años después de sus denuncias demostraron el fundamento de las palabras de Valle Jaramillo y su preocupación sobre lo que estaba ocurriendo en el país: las alianzas de actores estatales con grupos armados ilegales.
Su filosofía de vida lo convertiría, entonces, en una especie de inspirador y guía  para otras generaciones que aspiraban a ser activistas y defensores de los derechos humanos.

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